Cuenta Jan Jacob Stam en Campos de conexión. La práctica de las constelaciones organizacionales, el caso del fundador que, ya mayor, deseaba retirarse de la empresa que había fundado, una empresa grande que tenía mucho éxito. También quería llevar a su mujer a un viaje en crucero por el mundo. Sin embargo, le faltaba un paso y no sabía qué era exactamente, algo que quería materializar de alguna manera.

Al configurarse su caso en una “constelación organizacional”, se mostró que su deseo era, tal como explica Stam, presentar a su mujer a su sucesor y los empleados de aquella próspera constructora que él había creado. La constelación facilitó aquella tan necesitada y emotiva ceremonia de sucesión y despedida de la empresa: “con orgullo, se colocó junto al representante de su esposa y frente a los representantes de su sucesor y de los empleados. Se la presentó y agradeció a los trabajadores lo que habían hecho por la empresa. Volteó a ver a su sucesor y le dijo: ‘Puedes tomar el mando. Te lo encomiendo. Tú puedes guiar la empresa a partir de lo que logré’. El hombre estaba radiante, los empleados estaban radiantes y el sucesor se sentía tan conmovido que no podía decir nada” (Stam, 2014, p. 75).

Me conmovió leer hasta qué punto una sucesión en una empresa sigue las mismas dinámicas sistémicas que observamos en las herencias y con respecto a la abundancia, como nos ha mostrado Brigitte Champetier de Ribes a menudo a tantos que hemos tenido la suerte de formarnos con ella, desde su extensa experiencia con las Nuevas Constelaciones Familiares.

Así, se observa que la abundancia del hombre en pareja, casado o no, depende del respeto de su mujer hacia él, y que una herencia no fluirá hasta que los herederos no honren y respeten a aquella mujer que posibilitó de esta manera la riqueza de ese hombre, resultando en cambio infructuoso tratar de resolver el asunto por vías judiciales.

De este modo, aquella sucesión no podía fluir hasta que el sucesor y los trabajadores de aquella compañía honrasen y pagasen sus respetos a la mujer que había posibilitado toda aquella riqueza y éxito. No bastaba con hacer él solo aquel homenaje a su mujer del gran viaje que planeaba, era mucho más lo que necesitaba para ella, para su empresa, para su sucesor y sus trabajadores. El legado de la empresa debía reflejar el apoyo y respeto de su esposa por él, de la mujer que estuvo a su lado en cada paso del camino.

Aquí vemos la importancia de conocer las dinámicas sistémicas familiares de las herencias para entender lo que ocurre en una sucesión en ese otro contexto organizacional, que no es sino una proyección de las dinámicas que rigen las relaciones en el sistema familiar.

Este es un ejemplo de la manera tan eficaz, y permítaseme decir tan bonita y conmovedora, en que los movimientos sistémicos, o las constelaciones, en definitiva, facilitan dinámicas tan profundas, y profundamente necesitadas, trayendo al nivel de la consciencia aquello que de otro modo permanecería no visible y bloqueado, para a continuación dar lugar a su resolución.

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Imagen cortesía de Pixabay.com